- Puedes hacer la pasta quebrada a mano o en tu amasadora utilizando el accesorio de la pala.

- Echamos al bol la mantequilla y el azúcar y mezclamos hasta que se hayan integrado, obteniendo una mantequilla cremada de color más claro.


- Añadimos el huevo y la sal y volvemos a mezclar.

- Incorporamos el cacao en polvo y la harina. Puedes terminar de amasar a mano, para así comprobar que la masa está en su punto justo de humedad. No se ha de pegar a las manos, así que si esto ocurre, añadimos otra cucharada de harina y amasa, repitiendo si es necesario.

- Envolvemos la masa en film y la dejamos reposar en la nevera un mínimo de 3 horas. Puedes dejarla toda la noche y utilizarla al día siguiente si lo deseas.

- Una vez cumplido el tiempo de reposo estiramos la masa dejándola con un grosor de unos 4mm.

- Cortamos la masa en trozos más grandes que nuestros moldes de tartaleta (los que yo he usado son de 10cm) y vamos adaptando bien cada círculo al molde, cortando la masa que sobre.  Cuando los tengamos todos, los dejamos en la nevera unos 30 minutos, para que la masa esté fría antes de hornear.

- ¡No tires la pasta quebrada sobrante! La vamos a usar para darle un toque romántico a nuestras tartaletas. Amasa un poco para juntar los trozos, envuélvela en film y resérvala en la nevera.

- Precalentamos el horno a 190ºC.

- Mientras tanto, colocamos un círculo de papel sobre cada tartaleta y sobre el papel, un peso. Pueden ser unas legumbres que no vayamos a usar o unas bolas cerámicas que venden expresamente para este fin. Esto que vamos a hacer es lo que se llama un horneado “a ciegas” o “en blanco”, es decir, hornear completamente la masa sin su relleno.

- Horneamos durante 15 minutos. Después podremos retirar el peso y el papel de hornear de las tartaletas y terminar de cocerlas a 180ºC durante 10 minutos más o hasta que veamos que la base está hecha. Si ves que la base se hincha, puedes pincharla con un tenedor.

- Sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla dentro de los moldes unos 10 minutos. Después desmoldamos y las dejamos enfriar completamente.

- ¿Recuerdas que te dije que no tiraras los recortes de masa de las tartaletas? Pues saca la masa de la nevera, estírala hasta dejarla de un grosor de unos 3mm y corta en ella unos corazoncitos con un cortador de galleta. Repite el proceso hasta agotar la masa.

- Hornéalos a 180ºC durante 15 minutos (el tiempo de horneado dependerá del tamaño del corazón que elijas). Una vez hechos, los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Elaboración de la crema de fresa para rellenar las tartaletas:

- Echamos en un bol el azúcar y la maicena. Removemos con las varillas para mezclar ambos ingredientes.

- Añadimos los huevos, integrando del todo siempre antes de añadir el siguiente.

- Llevamos esta mezcla al baño maría, sin dejar de remover hasta que espese. Obtendremos una crema suave y lisa.

- Retiramos la crema del baño maría y le añadimos la pasta de fresa.

- Agregamos la mantequilla en pomada en cuadraditos y removemos para integrarla bien

- Tapamos la crema con film de manera que toque su superficie y la reservamos en la nevera hasta que vayamos a usarla.

Montaje de las tartaletas de chocolate y fresas:

- Con las tartaletas ya frías, solo debemos rellenarlas con la crema de fresa y colocar encima unos coraconcitos y unos trocitos de fresa.

La combinación de la fresa y el chocolate es un acierto seguro y un clásico para este día, así que no lo dejes pasar sin hacer estas tartaletas, ya verás como repites en cualquier otra ocasión

Hasta pronto,

Ana Cristina