Tarta de Queso Japonesa

La tarta de queso japonesa es una de las versiones más suaves y ligeras de las tradicionales tartas de queso. Se trata de un pastel suave y esponjoso que recuerda al algodón y es uno de los postres típicos de los restaurantes y cafeterías japonesas, llamado fuwa-fuwa.

La receta de tarta japonesa es muy fácil de seguir, pero hay algunos truquillos para que quede alta y sumamente esponjosa.Su cocción en el horno se hace al baño María gracias a esta cocción más lenta la tarta de queso japonesa queda tan tierna y tiene un aspecto tan esponjoso. Y para evitar que se nos baje en exceso, ya que sube mucho durante su cocción, lo ideal es ir abriendo poco a poco el horno, para evitar un cambio brusco de temperatura.

Si tienes pensado hacer una tarta de queso japonesa, es importante contar con los ingredientes de pastelería adecuados, pero también con los utensilios de repostería necesarios para su preparación. En My Karamelli, ofrecemos una amplia variedad de cajas para transportar tartas que te permitirán llevarlas de manera segura y sin que se estropee. De esta manera, podrás sorprender a tus amigos y familiares con esta deliciosa receta, y además llevarla contigo a donde quieras.

¡Y ahora vamos con la receta para la tarta de queso japonesa! Os explicaré el paso a paso para que os quede perfecta.

Receta de Tarta de Queso Japonesa

La tarta de queso más esponjosa

Ingredientes para la tarta de queso japonesa:

250 gr. de queso crema
50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
100 ml. de leche entera
8 yemas de huevo
Una pizca de sal
El zumo de medio limón
70 gr. de harina
50 gr. de Maicena
8 claras de huevo
150 gr. de azúcar
¼ de cucharadita de crémor tártaro
Azúcar glass para decorar

Utensilios:

Molde desmontable de 20 cm o molde de 20 x 7,5 cm

Cómo hacer una tarta de queso japonesa:

Batimos el queso crema, la mantequilla y la leche con el batidor plano de la Kitchen Aid durante unos 5 minutos hasta que se integre bien.
Añadimos las yemas y seguimos batiendo hasta integrar, por último añadimos la pizca de sal y el zumo de limón. Y seguimos batiendo bien unos minutos más.
Tamizamos la harina, la Maicena y añadimos. Seguimos batiendo con el batidor plano de la Kitchen Aid.
Volcamos la mezcla en un bol amplio y reservamos. Si no tenemos un bol de repuesto lavamos el bol de la Kitchen o nuestro robot para montar las claras.

Recuerda que para montar las claras el bol que utilicemos tiene que estar completamente limpio

A estas alturas vamos preparando el molde y encendemos el horno, introduciendo una bandeja con agua para que se vaya calentando para el posterior baño María. Encenderemos a 160 grados.
En cuanto al molde yo he usado uno de 20 cm. de diámetro desmontable pero también puedes utilizar uno de 20 x 7,5 cm.
En la base del ponemos papel vegetal, y después cortamos otra tira de papel vegetal y pegamos con un poco de mantequilla a los laterales del molde, dejando que sobresalga el papel por el borde del molde, puesto que luego sube bastante la tarta. Además forramos la base del molde y parte de los laterales con papel de aluminio para evitar que entre agua dentro del molde durante el horneado al baño maría.
Continuamos batiendo con el batidor de globo las claras hasta que empiecen a espumar, en este punto añadimos el crémor tártaro y seguimos batiendo. Una vez que empiecen las claras a blanquear añadimos poco a poco el azúcar hasta que las claras empiecen a formar picos. Aunque debemos conseguir un merengue firme, no debemos pasarnos, porque si no nos costaría más integrar después.
Una vez terminadas de montar las claras las vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior que teníamos reservada hasta integrar todo.

Vertemos en el molde y damos unos golpecitos al mismo sobre la bancada de la cocina para que quede todo bien repartido. Introducimos el molde dentro de la bandeja del horno con el agua caliente y horneamos de 50 a 60 minutos, comprobando con una brocheta que esté listo.

Si durante el horneado se empieza a dorar en exceso la parte de arriba del pastel de queso japonés poner sobre la superficie de la tarta un trozo de papel de horno

Cuando consideremos que esté terminado apagamos el horno y abrimos sólo un poquito de éste y dejamos durante unos cinco minutos, después abrimos un poco más y dejamos otros cinco minutos. Sacamos entonces y ponemos a enfriar sobre una rejilla. Después desmoldamos con cuidado y llevamos a la nevera durante un par de horas.
A la hora de servir espolvoreamos azúcar glass por encima.

¡Qué pinta tiene nuestra tarta de queso japonesa!, no esperes ni un minuto más y ponte manos a la obra, el resultado es absolutamente delicioso.