Huesos de Santo

• Lo primero que haremos será hacer el mazapán, para ello llevamos a ebullición el azúcar y el agua, y cuando el almíbar empiece a hervir, es decir, cuando llegue a 100 grados (si tenéis termómetro lo controlaréis mejor) añadimos la almendra molida y la ralladura de limón.
• Removemos bien hasta integrar todo y vertemos sobre la encimera (ponemos un poco de azúcar glass en la encimera para evitar que se nos pegue).
• Una vez que esté fría la mezcla amasamos y hacemos un bola con el mazapán. Dejamos una hora más o menos para que repose.
• Una vez pasado este tiempo estiramos el mazapán con un rodillo y extendemos la masa a unos cuatro milímetros grosor más o menos.

• Con la ayuda de una brocheta vamos haciendo surcos, y después cortamos en cuadrados de unos cinco centímetros de lado.

Para l@s más profesionales un rodillo para huesos de santo es ideal, los surcos te quedarán perfectos y ahorrarás mucho tiempo

• Para enrollar el mazapán y darle forma de cilindro usaremos el mango de una cuchara de madera. Enrollamos bien y sellamos los bordes. Dejamos secar durante unas horas para que no pierda la forma.

• Vertemos la yemas en un bowl de cristal resistente a altas temperaturas y reservamos hasta el momento de utilizar.
• Ponemos en un cazo el agua y el azúcar y llevamos al fuego, controlamos su temperatura y cuando llegue a 105 grados, vertemos sobre las yemas.  
• Batimos con un batidor de varillas para integrar y llevamos el bowl al baño María y vamos removiendo.
• La crema tiene que estar bastante espesa por lo que necesitamos unos 25 o 30 minutos para espesarla. Una vez espesa la sacamos y reservamos hasta que se enfríe totalmente.
• Cuando los cilindros de mazapán estén secos introducimos la crema de yema en una manga pastelera y rellenamos. 
• Una vez que hayamos rellenado todo los iremos bañando en glasa. 

Cómo preparar el glaseado para bañar los huesos de santo:

• La glasa la haremos mezclando el azúcar glass con el agua con un batidor de varillas.
• Una vez que bañemos los huesos los dejamos que se sequen sobre una rejilla.

• Cuando la glasa se haya secado podremos disfrutar de ellos.
• Se mantienen durante unos cuantos días en el frigorífico, dentro de un tupper. 

Espero que los disfrutes mucho.

Un abrazo,

Lidia de la O